En el IMSS Clínica 1, además de las largas esperas y filas para solicitar o recibir estudios de laboratorio, hay testimonios de pacientes que enfrentan dificultades adicionales. Una mujer lleva 12 años sin recibir tratamiento para su dolor y sangrado uterino. Una usuaria de 70 años relata que, para llegar a la clínica desde Mineral del Monte, a veces debe esperar hasta una hora debido a la saturación de transporte público. Otra paciente, operada de hipertiroidismo, debe viajar al Hospital de La Raza en la Ciudad de México para tratamiento con yodorradiación, ya que en la unidad médica de Zacualtipan no pudieron asignarle la terapia a tiempo.

Una estudiante pachuqueña lleva 12 años buscando diagnóstico y tratamiento para problemas uterinos sin ser revisada por un ginecólogo. A pesar de ingresar a urgencias por sangrado abundante, sus exámenes clínicos se programaron con considerable retraso.

En la farmacia, una mujer con trastornos nerviosos ha estado comprando Alprasolam por cuatro meses debido a la falta de suministro en el IMSS, pagando 500 pesos por una caja de 30 pastillas mensuales.