El próximo martes 1 de octubre, Claudia Sheinbaum será oficialmente investida como la presidenta número 66 de México, en una ceremonia que se llevará a cabo en el Congreso de la Unión. Este acontecimiento no solo marca la llegada de Sheinbaum al poder sino que también señala un cambio histórico en la tradición política del país debido a una reforma constitucional que ajusta la fecha de la toma de posesión presidencial.

Históricamente, la toma de protesta de los presidentes de México se realizaba cada 1 de diciembre. Sin embargo, una reforma constitucional aprobada en 2014 durante el mandato de Enrique Peña Nieto ha adelantado este evento al 1 de octubre. Esta modificación es parte de la extensa Reforma Político-Electoral que fue diseñada para fortalecer la estructura democrática del país.

La principal motivación detrás de esta adaptación es la reducción del periodo de transición post-electoral, permitiendo una entrega de poder más inmediata y efectiva. Además, esta modificación otorga al nuevo mandatario más tiempo para la elaboración y presentación de su propuesta de presupuesto para el año fiscal siguiente, facilitando así una mejor planeación y ejecución de políticas desde el inicio de su mandato.

El Congreso de la Unión, que inicia sus sesiones el 1 de septiembre, será el escenario donde Claudia Sheinbaum, la virtual ganadora de las elecciones presidenciales, asumirá el cargo, marcando su posición como una de las figuras más influyentes en la política mexicana contemporánea. Este evento no solo es significativo por el cambio de protocolo sino también por el simbolismo de renovación y evolución en la administración pública del país.

Con la implementación de esta reforma ahora en efecto, se espera que la transición entre administraciones sea más fluida y que los nuevos gobiernos puedan responder de manera más rápida y eficaz a las necesidades de la nación. La presidencia de Sheinbaum, que comenzará oficialmente con su toma de protesta, es ampliamente anticipada tanto por sus promesas de progreso como por las expectativas de un gobierno eficiente y transparente.